Los Hamptons

Tal como adelantó el Ministro en aquella nota "Epa qué onda?", tengo dos hámsters. Juntos, constituyen los Hamptons. Porque referirme a ellos como "los hámsters" se me hacía plano pero tampoco les iba a poner flor de apellido danés. Así que son los Hamptons.

Ésta es la hembra:

Se llama Elsa. 
Tiene ojos totalmente rojos, te da un pequeño mordiscón suave para entender qué sucede y, sospecho, le gusta la literatura renacentista. También le entra a las semillas de girasol como si fuesen las últimas de la tierra.

Y éste es el macho:

Se llama Lunes.
Tiene ojos bien grandes y negros, espírituo emprendedor y algunas habilidades ninja. Alguna vez fue a ver un recital de metal, pero su pasión está en el jazz.

La primer y por ahora única Ignoaventura que publicamos (con su protagonista Peteco) tomó mucho de la vida real de los Hamptons.

En sus inicios, Lunes y Elsa vivían juntos en armonía. Esta foto lo demuestra:

Su paz a veces se veía turbada por mi, pero nada más:

Adicionalmente, nótese que como parte de su dieta los Hamptons reciben Froot Loops.
Kellogg's diseñó este producto para alimentar tucanes:

Pero como yo se muy bien que los roedores y los tucanes tienen al menos dos tíos en común y han veraneado juntos en Mar de Ajó, le doy de comer esto también a los Hamptons.

Bueno, cuestión que era todo paz, armonía y canciones de bossa nova hasta que un día se empezaron a pelear. Y se fue poniendo todo muy tenso.

Después de unos cuantos días así, tuve que separarlos. Uno de los dos apareció con un roscazo... igual después dudé sobre si era en efecto una trompada o si le había agarrado alguna especie de... inflamación... no se mucho de medicina. Cuestión que los tuve que separar. Salí corriendo a la veterinaria, compré una jaulita modesta y lo mandé a Lunes ahí.

Se calmó, pasó un tiempo... un día vuelvo a casa y me encuentro con que en la jaula de Lunes NO HAY NADIE.

No estaba el bicho este y tampoco había señales de forcejeo. Ninguna ventana rota, ninguna cerradura forzada. La caja fuerte intacta. Lunes parecía haberse esfumado...

Di vuelta TODA LA CASA pero sin éxito. Dejé comida y agua al lado de la jaula, la puertita abierta y seguí con mi vida. Al día siguiente... alguien le había entrado a la comida y al agua. Lunes vivía. Suelto por mi casa, pero vivía.

Volví a dar vuelta toda la casa pero de nuevo no tuve éxito. Una cosa que este individuo tiene a su favor a la hora de jugar a la escondida es que es muy MUY pequeño.

Pasaron así VARIOS días. A la mañana yo me levantaba y veía que se había lastrado lo que yo dejaba, pero no estaba por ningún lado. Hasta que un día... estoy por ir a lavarme los dientes y veo una pequeñísima bola de pelos gris al lado de la jaula, que tenía la puertita abierta. Cerré puertas del departamento y me abalancé sobre él. Corrió, se ocultó, pero al final trinfué... y lo metí a Lunes en su jaula.

En los días que estuvo viviendo en la misma cantidad de metros cuadrados que yo este sujeto no sólo se tomó unas vacaciones sino que además desarrolló sus habilidades ninja.

O sea... eso es una foto desde arriba. ¿Se entiende?
Si bien apliqué algunas medidas de seguridad en la jaula, es obvio que un día de estos voy a amanecer con la yugular limpiamente cortada.