La vida de Lunes
Si todos hamsters fueran como yo, entonces el mundo sería un lugar diferente. Sin dudas.
Yo nací ratón. Así nací, qué le vas a hacer.
Mi vieja era un Hámster precioso y mi viejo un ratón gris que tiró dos chistes y robó una minita linda de pedo. Se conocieron en un baile oscuro al son de unas cumbias colombianas. Compartieron aserrín, ahorraron almendras en los cachetes y lucharon contra gatos y otras bestias. Y nací yo. "Peteco", me llamaron. Bastante pelotudo, pero por lo menos no me llamo "Alejandro", nombre de humano paspado.
Viví una vida junto a mis padres. Mamá se revolcaba en el aserrín y chillaba y papá ahorraba en las cosas más pelotudas. Un Hámster y un ratón, como dije. Pero yo no. Yo quería conocer a Edmundo (no "el mundo", a Edmundo. Un tipo con conocimiento de causa).
Una fría mañana de verano (porque en verano a veces hace frío), estaba yo oliendo una madera cuando de repente apareció una red y me elevó por los cielos. Pensé que el gran Splinter me llamaba pero no, era un humano que me metió en una prisión invisible rectangular. Viajé desde la selva al desierto. De la tundra a Mordor. Y desde Mordor a CABA.
Terminé en una veterinaria.
Un jueves un humano me compró por monedas y me llevó en una cajita a casa de otro. Cuando me abrieron la tapa de la caja de cartón dije "Y mamá?" y me soltaron en una nueva prisión, esta vez de plástico. Y no estaba sólo, ahí vivía Julandana. Una señorita con cara de rata y cuerpo de ratón. Pelo de caballo y ojos de pelotudo. Eso sonará feo para uds, pero para mí era una visión poética de un ángel. Y se lo dije:
Peteco: Oh tú... extraña almendra de la vida, que tienes ojos de pelotuda y pelo de rata...
Julandana: Qué te pasa infeliz?
Peteco: Puedo escribir los versos más tristes esta noche....
Julandana: Sos un tarado y encima depresivo.
Peteco: Me gusta cuando callas...
Julandana: A mí no me decís que me calle porque te parto la cara
Peteco: Con un beso tuyo...
Julandana: Me tocás y te saco el olfato de un patada
Y así fue que con poesía que había leído de jóven, pasé horas cautivando su corazón.
Peteco: Tic tic tic... así hasta abajo soy yo.
Julandana: Sí, tremendo enano.
Peteco: La noche está pa' wipi
Julandana: No sé qué quiere decir eso, pero sos un cabeza
Peteco: Vamos, que se armó el bailongo
Julandana: ...
Peteco: Con vos juego esta noche
Juego a la bomba loca
Yo te enciendo tocando
y bailando en pelotas
Julandana: Te sacás una prenda y te pateo la entrepierna hasta que cantes ópera.
Sabía que no podría cautivarla con melodías básicas, por lo que pasé a lo fuerte. Le canté algo de Juan Luis Guerra. Sería esa la noche en la que su corazón se derretiría entre mis grandes paletas. Sus manitas se aferrarían a las mías y la noche estrellada sería nuestro techo.
Dos hámsters, en un mundo violento.
- Peteco: Correría mil vueltas en la ruedita por un guiño de tus ojos de rata
- Julandana: Yo me revolcaría en aserrín durante días para darte una cama cómoda
Y fuimos felices, hasta que quedó embarazada.
- Julandana: Pete...
- Peteco: SALEEE!
- Jualndana: No pelotudo, te estoy llamando para decirte algo.
- Peteco: Sí, perdón. Decime.
- Julandana: Estoy embarazada.
- Peteco: DE QUIEN!? RATA!
- Julandana: De vos cabeza de mapache, de quien va a ser?
- Peteco: Si yo siempre me cuido!
- Julandana: No hay nadie más acá. Con el bebedero de agua no lo tuve...
- Peteco: Puede ser.
Yo no podía hacerme cargo de 7 hijos. A duras penas nos turnábamos con la ruedita. Por lo que tuve que tomar una decisión... Huir.
Esa noche fui hasta la compuerta del agua y giré la tapa vacía hasta que hizo "click!". Antes de irme miré mi hogar. Julandana dormía dulce, como un roedor entre los juncos. Habíamos hecho una vida juntos allí, pero sabía que si tenía hijos no habría lugar para todos. No podía someterlos a una vida en la veterinaria... Tenía que irme y buscar un lugar mejor para todos.
TU DECISIÓN
- Si creés que Peteco debería quedarse y enfrentar a su dueño cuando trate de quitarle a sus hijos, entonces tu decisión es la UNO.
- Si piensas que Peteco hace bien en irse y buscar una mejor vida para todos, entonces lo que tú quieres es la opción DOS.
La tienes en tus manos.
Vota, o votá... y el miércoles que viene sabrás cómo sigue esta historia.
Comentarios
Pese a que no me decido muy bien por ninguna de las opciones... la moneda dijo opción DOS!
SALEEE!
MA-GIS-TRAL.
voto por la opciòn uno!!
Esto es genial.
Además para inclinar un toque la balanza, no?
PRICANTO VALE QUE YO PUEDA VOTAR!
ME DA MUCHA PENA QUE JULANDANA SE DESPIETE Y PETECO YA NO ESTÉ, SU AMOR , SU VIDA, EL PADRE DE SUS HIJOS,LA ANGUSTIA DE NO SABER SI ESTA DESAPRECIDO ? MUERTO ? VENDIDO? EJECTADO POR LA RUEDITA?! POR OTRO LADO VIVR HACINADO NO DA.
ME DECIDI!! 2!!! QUE BUSQUE UN LUGAR MEJOR MAS GRANDE Y SI ES POSIBLE CON MAS RUEDITAS PARA TODOS.
Me tuviste con el tic tic tic...