Desde la perspectiva del gatito

Sócrates (mi gatito), podría estar escribiendo esta nota...

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Nueva anotación en mi diario íntimo.

El pibe que vive en mi casa se ha ido nuevamente, como todas las mañanas salió por la puerta y a los pocos segundos volvió a entrar llamando mi nombre. Entiendo que vigila de cerca que no trate de huir, aunque no podrá evitarlo. Para ganar su confianza, me aparecí y maullé. De forma tal que sepa que sigo aquí y no intenté darme a la fuga (aunque lo haga a diario).

Ocurre seguido que el humano que vive en mi casa me señala un insecto y me ordena ir a por él. Me dice que mire hacia donde está y lo nombra como "bichito". Su frase exacta es: "Mirá Socri, un bichito. Vení. Agarralo. Vení, acá acá!". A la fecha no logro entender por qué lo hace.

No estoy seguro de si le interesa que coma, que anule la presencia de un insecto o que juegue como un juglar para su propio deleite.

Siendo que es una de mis metas lograr comunicarme con este ser inferior para que me de permiso a irme cuando plazca dejándome un juego de llaves, intentaré hablar su idioma.

Lo probaré con las tres posibles formas:

1. ALIMENTO
   Planeo sacar un quesito de la heladera, tirarlo al piso y señalándolo ordenarle: "Mirá nene, un quesito. Vení, mirá. Comé! Un quesito. Vení, comé". Quizás logre establecer un puente y entienda que lo que él plantea es que nos ordenemos alimentarnos mutuamente para sobrevivir en este agujero del demonio.
   
   
2. QUITAR AMENAZA
   Como segunda medida (como hace él con los bichos), tengo la intención de señalarle algo que me molesta mucho como los objetos inmóviles que tiene sobre los estantes. No me permiten caminar con total libertad. Le voy a señalar uno y ordenarle que se deshaga de él, como hace conmigo y los "bichitos". Si no lo hace, tendré que sacarlo yo mismo. Mirándolo mientras lo hago y acercándolo al borde por etapas mientras él grita.
   
   
3. DIVERSIÓN
   Mi último objetivo para comunicarme con este patético espécimen que vive en mi casa, es ordenarle que se divierta (como él hace conmigo). Le voy a señalar una computadora que suele tener sobre la mesa y solicitarle que la encienda y juegue. Obviamente es algo que se hace de a uno, porque las veces que he querido compartir el momento con él sentándome sobre el computador o mordiéndolo, no ha dado muestras claras de alegría o apoyo.

He notado que por las noches duerme en mi cama. Esto es algo que no logro comprender. A fin de demostrarle mi falta de entusiasmo, he estado cerca de matarle mordiéndole los pies y utilizando mis garras en sus piernas para asesinarlo (claramente esa es la forma). Pero ha sido astuto y más de una vez con los ojos cerrados me ha pateado la cara y dicho "Sócrates, la puta madre!". Claramente domina algún arte marcial que desconozco, ya que sabe quien soy aún sin mirar y logra conectar golpes sin despegar la cara de la almohada.

Otro de mis intentos de deshacerme de él, es atacándolo por la espalda. Es notoriamente más grande en tamaño pero no en inteligencia ni estrategia. Pero sé que su barra de energía disminuye día a día cuando lo escucho decir "Aia pelotudo, qué hacés?".

Por otro lado, a veces me cabe que me haga mimos y me da de comer. Es un buen sirviente cuando se lo plantea. Intentaré ser piadoso y magnánimo, después de todo es claramente de una raza menos evolucionada que la mía.

Cielos! Son las 12 del medio día, debo ir a mirar la pared durante una hora.

Fin del comunicado.

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Siendo yo un ninja, domino las más avanzadas técnicas de camuflaje.
Te doy 30 minutos para que logres encontrarme en esta imagen.