La cúspide del violín

Hoy llegué a casa después de cenar con mi viejo y para abrir un poco la cabeza para pensar, me decidí a poner un disco de música clásica. Sépase que cuando digo disco, ahora sí es un DISCO y no un cd, un Mp3 o un cassette.

Estuve revolviendo los envoltorios llenos de polvo y tierra (presumo que no se escuchan algunos hace más de 20 años) y comencé a seleccionar primero por compositor y luego por obra. Me decidí por Tschaikowsy deseando por lo bajo que fuera la obra que más recuerdo, que es una que me hizo ver en video mi papá hace 10 años tocada por un gordito llamado Itzhak Perlman. De rulos, anteojos, cara de loco y con discapacidad en sus piernas.

Conmovido y conmovedor el amiguito

Y de puro pedo, era. Estaba.

Entonces he aquí el Concierto en Re Mayor, Op. 35, para Violín y Orquesta. O "El Concierto para Violín", de este muy reconocido compositor.

Iba a quedarme para mí esta vivencia, que sin dudas es mágica, pero decidí escribirla para contarles algo que me pareció interesante que sepan y sirve de termómetro para medir o tomar conciencia de la dificultad, nivel e importancia de esta obra.

Dice la contratapa del disco:

"Al completar Tschaikowsky su Concierto para Violín en la primavera de 1878, lo dedicó y presentó a Leopoldo Auer, acaso el más notable virtuoso de su tiempo y con seguridad el mejor maestro del instrumento que existía en aquella época. El compositor debe haberse sentido amargamente decepcionado cuando el concertista se excusó de estrenarlo, declarándolo inejecutable. ¡Tan terríficas eran sus dificultades! El resultado de esto fue que, por espacio de tres años, los mejores violinistas se sentían acobardados para estudiarlo; nadie lo presentó en público hasta que Adolf Brodsky, desafiando sus peligros, lo estrenó en Viena el 4 de diciembre de 1881."

Ya les he recomendado creo que más de una vez, escuchar este tipo de música. No es fácil, no es punchi y definitivamente no te dan ganas de salir a levantarte minitas o perrarle a chongos; pero sin dudas, es sublime y para otra cosa.

No es:

• Fito Páez, quien para mí siempre fue un científico loco que tocaba recibiendo descargas eléctricas de su piano. Las cuales lo fueron dejando delgado, enrulado y más loco.
• ALMAFUERTE, un grupo de muchachos que entienden que pegarle a los instrumentos como si se hubieran portado mal y poner la voz del "Juego del miedo" es arte.
• Madonna, una gran empresaria y show-woman, quien considero que logró más abriendo las piernas que las cuerdas vocales.
• Ciro/Los Piojos, quien entiende que cantar como las hinchadas de los equipos de fútbol y hacer milanesa con papas fritas sin aceite es revolucionario.
• Diego Torres, quien es ideal para darle ternura a una abuela, escribir canciones leyendo a Winnie The Pooh y hacerle un caño con los ojos vendados.
• Aerosmith, que es ultra copado para tener sexo dentro de un descapotable en Los Angeles, pero fuera de eso es un viejo excitado y una banda de panqueques persiguiendo colegialas.
• Pappo... bueh.

Temo juntar demasiados enemigos, pero entienden a qué voy.

Que tengan una buena noche y ojalá que aquellos que no puedan dormir pegados a alguien desnudo, puedan al menos dormir en pelotas con una estufa. No como la mía que es una estafa.

Aunque noté que muchas de nuestras lectoras no duermen en bolas ni aunque tengan a alguien al lado. Totalmente incomprensible.