Avestruz y el salto moral, mortal

Bueno, segundo reporte.

Mientras escribo son las 18:30 hs del lunes, allá en Argentina son las 13:30 hs.

El domingo viajamos en auto desde Cape Town hasta Oudtshoorn, una ciudad al más este. Fueron cerca de 436 kms. Hoy lunes, viajamos unos 100 kms más hasta Knysna, otra ciudad.

Y vamos por partes.

Manejar en Sudáfrica.

Fuerte, para empezar es alrevés pero no es lo peor. TENÉS que respetar los límites de velocidad sí o sí. Sino hay multas muy graves y costosas. Y cuáles son dichos límites de velocidad? 60 cuando pasás por el medio de un pueblo, 80 cuando estás en montaña, 100 en casi todas las autopistas y 120 cuando no hay un alma a kilómetros. O sea... vas lento como una babosa y con las rutas y autopistas practicamente vacías. Para gente como mi viejo o yo, una tortura asiática... o más bien, sudafricana. Igualmente viajamos en un Hyundai "Getz", vehículo que no llega a 140 ni en caída libre.

Momentos Kodak
- En un criadero de avestruces sostuvimos una bebé en brazos, les dimos de comer, nos paramos sobre sus huevos (no los del macho, los que empollan) y hasta pude andar en avestruz. No es fácil y por suerte zafé de caerme y romperme contra el piso y quedar hecho un rompecabezas para armar en familia.

- Las cavernas de Cango. En ellas, entras 600 metros bajo tierra dentro de una montaña. Fueron descubiertas por cadorna hace cientos de años. El tipo se mandó con una soga y una lamparita a vela. Para mostrarnos la sensación, prendieron una luz de igual densidad y apagaron todas las instaladas en la cueva. Te pegás un julepe importante. Te dan ganas de empezar a pellizcar gente o sentarte en el piso a llorar.

- En un pequeño complejo junto al mar, acá en Knysna, entre barcitos y locales, hay un morocho que hace de estatua vivienta. Tiene su latita para que le tiren guita deltante suyo. Mi viejo viene tropezándose con todo lo que sobresale del piso desde que llegamos a Ezeiza por lo que no pudo contenerse y le metió una patada "tres dedos" a la latita que se la clavó contra una columna y voló todo el pozo acumulado. Creo que sentí más vergüenza la vez que fui desnudo a dar un final a la facultad.

El salto a la libertad.

Acá, a un par de kilómetros... está el "Face your adrenaline". El salto en Bungy (acá se se escribe así), más alto del mundo. Son 216 metros de caída libre entre dos montañas.

De camino a nuestro destino vamos a pasar por ahí. Yo tengo la terrible duda existencial sobre si tirarme o no. Por varias razones... la más importante es EL CAGAZO que me da. Por eso, les agradecería a los que puedan que se metan en la página, miren un poco y me digan qué opinan.

http://www.faceadrenalin.com/

Mañana les cuento qué onda...

Saludos a todos y hasta el próximo encuentro.