Un sábado cualquiera

Un sábado especial, como todo sábado debe ser. Hoy se casa un amigo mío a las 20:30 hs. No sólo eso, hoy hay sol y viento que mueve las verdes hojas de los árboles.

Hoy sábado, nos queda todo el día para disfrutar como preferamos. Y la noche? AH "la noche de sábado". A Travolta en una época le agarraba fiebre los sábados a la noche. Y nosotros? Jóvenes de alma y corazón. Alegres de pensamiento y filosofía, qué podemos hacer a la noche? DE TODO.

Hoy me levanté feliz, me levanté bien.

Almorcé con mi mamá. Al toque cayó mi papá con quien brindé en una copa de vino. Y salí a caminar. Salí a pasear, con mi papá y después sólo conmigo.

¿Hace cuánto que no salen a caminar con uds mismos?

Y no sólo para atesorar un momento sino para reír con y DE los demás. Niños que andan en triciclos por el parque incentivados por sus madres que gritan mientras corren "Qué bien que manejás Martin!!" (mientras Martincito se estrola contra árboles, gente, autos y piedritas y ríe desquiciadamente alejándose vertiginosamente).

En un día como hoy LAS NIÑAS salen también a decorar la ciudad. A alegrar corazones con sus cabelleras sueltas, sus risas despreocupadas y sus maravillosos y masticables labios sabrosos. Y yo pensando poeticamente "cómo te parto hija de...".

Gente de edad mayor sale a pasear sus perritos, con boina y alegría. Qué gente estupenda.

Enfrente de mi balcón, mientras escribo esta nota, hay 3 niños jugando en otro balcón. Una niña muy simpática grita "el de enfrente!!!" y cada vez que la miro me saluda con la manito y sonríe. Qué agradable. Igual, ahora me dice "el de enfrente loco!!" (debe ser porque estoy con una computadora escribiendo en vez de deslizándome por un tobogán de 1 metro de plástico).

A ver si puedo sacarles una foto...

Listo.

Fue medio a escondidas, no sea cosa que justo salga la madre y crea que "el de enfrente" es un pervertido.

Bueno. Disfruten amiguitos, que para eso se inventó el sábado.