TGIF

Viernes. Ya era hora.

Lunes: Me levanto gris pero optimista. El colectivo, el tren, la calle. Todo huele a lunes. Todo sabe a lunes. Qué día del orto al que por alguna razón no odio. Los lunes no quiero esuchar metal, pero sí música clásica. Además, días como éste siempre me doy cuenta tarde de que me puse medias con agujeros. Es tremendo.

Martes: Una vez tuve un jefe que odiaba más los martes que los lunes. Porque no era un día para arrancar la semana pero estaba tan al comienzo que no daba lugar para pensar en la finalización. Quizás era porque los martes tenía reunión con su jefe y se le llenaba el traste de preguntas y a su jefe se le llenaba el miembro de respuestas.

Miércoles: Me jode un poco Julieta Pink. Los miércoles no quiero saber nada de ella. Pero los árboles tienen las hojas más verdes. Andá a saber por qué.

Jueves: Días como este son especiales para mí, porque tiro manteca al techo y eso me cambia un poco. Bebo un poco. Me río un poco y duermo poco. Es mi día especial. Igual los jueves me levanto sin ganas de tener sexo. Eso es raro.

Viernes: Hoy es un día para sonreír. Un día para caminar por la calle y hacerle "pshh pshh" a los gatitos y "fiiiu fiuuu" a los perros. Es un día para sorprender a una niña con un chocolatín, para dar un abrazo a un amigo y para pegarse una vuelta en la calesita de la noche.

Creo que odio a Julieta Pink.

Y no creo que cante bien ni que sea noble.