Vueltas en la cama

Sigo sin dormirme a la hora correcta.

Desde hace ya varios meses, no me duermo a una hora socialmente correcta casi nunca. Siempre pensé que se debía a la mezcla entre la fascinación de vivir sólo (lo cual es demasiado rico para tomarlo despacio), sumado a que me cuesta bajar las revoluciones del día. Con una pizca de "La vida la disfruto también cuando salgo de trabajar".

Para mi sorpresa, no conozco a nadie en mi círculo que viva algo similar. Sí hay personas que duermen tarde, pero por sus propias razones. No iguales a las mías. Esa gente, por lógica, son mis cómplices por las noches. Son los que aunque no estén conmigo, lo están en algún punto.

Igualmente, quiero aclarar 2 cosas:

1. No doy vueltas en la cama un carajo. Simplemente tardo en acostarme.
2. Y dos, ¿Quién decide la hora correcta?
   

Algunas de las consecuencias en mi vida, por dormir tarde:

• Me duermo de día, en público.
• Estoy 5% menos alerta
• La gente me dice cosas

Esas tres. La primera creo que es la más divertida (repito, no me perjudica, por ahora). Es como si tuviera 95 años y cuando algo me aburre, me duermo. Ya sea en mi escritorio, el baño, el archivo, una entrevista a una empresa, los semáforos en rojo, etc.

Creo que una sola persona puede lograr que me duerma temprano. Una sola.

Creo también que si me voy a dormir tarde, por lo menos puedo hacer cosas productivas. Y de ahí sale que en cualquier momento me confecciono el traje de superhéroe y salgo a partir un par de cabezas. Porque creo que de eso se trata, no de hacer justicia (porque es demasiado relativa la palabra).

Hoy jugaba al tenis y escuché en un parque atrás mío que gritaba un gato y ladraba un perro. Minutos más tarde un animalito lloraba muy penosamente. No puedo consentir que un animal sufra (los humanos sí, se lo merecen). Pero un animal no.

En eso, un flaco de la cancha de al lado, oyendo los gritos de dolor del animal, dice "Se la están dando". Eso revalzó mi vaso, sin dudas. Vi como mi contrincante y amigo me tiraba un pelotazo y en vez de responder dejé que fuera punto y salí corriendo de la cancha (raqueta en mano).

Me introduje en la oscuridad hasta el lugar de donde provenían los gritos y lanzé un chistido para que supieran que venía algo zarpado. Mientras me acercaba, los gritos se apagaron y una vez junto a una cuchita de un perro, vi un pequeño animalito acostado en el piso sin moverse. Me aterroricé pensando que había llegado tarde y lo toqué con mi Wilson. Rodó panza arriba y empezó a llorar de nuevo. Era un cachorrito con nanas. Haciendo caprichito por nada. Lo putié por lo bajo sonriendo y volví al trote a la cancha, sólo para ganar el partido.

Me voy a acostar, creo que ya es hora...?

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