Reencuentro al fin

Esta nota es para la gente que AMA la música.

Para aquellos que la transforman en el soundtrack de sus vidas... Para todos esos fanáticos de la conjunción de instrumentos que corren por sus venas y os dan poder.

Días pasados reviví algo que sólo ustedes van a comprender.

Sólo en mi casa, me dispuse a renovar un poco la biblioteca de la que sacamos música para Manteca al Techo! Revolví entre mis discos viejos, ya con polvo (lo que les da mucha más magia), y me crucé con obras de arte que me intoxicaron en su momento. De todo, seleccioné algunas cosas y me fui a mi cuarto para quemarlos en la PC y pasarlos a MP3. Como no podía ser de otra forma, me tenté a escuchar algo más que esos pocos temas que había seleccionado. Por ello, tomé entre mis manos un disco que fue histórico en mí y lo puse.

Ya con los pequeños rasgueos de cuerdas, se me erizaron los pelos de la nuca. Me incliné hacia atrás en mi silla y dejé que los primeros golpes del bombo marquen los latidos de mi corazón. Poco a poco, una luz filosa recorrió el cuero de mi cuerpo (THUNDER!), cortándome por dentro y dejé salir una gran nube de aire de placer. A medida que el furor recorría mi cuarto comencé a subir gradualmente el volúmen y dejé que el estruendo se apoderara de mi corazón.

Y los recuerdos...
Esta música (que ya les digo de qué banda es), conlleva imágenes de mi tierna adolescencia. Experiencias, tristezas, alegrías y triunfos. Amigos, mujeres... Y la adrenalina? UF! Sólo eso puede venir de la mano del METAL. Adrenalina pura y ensordecedora, al punto tal que nos convierte.

Lo que llamamos con Alí: El reencuentro con un disco viejo.
Redescubrirlo, como la primera vez. Esos temas que quemamos por poner todos los malditos días, dejamos a un lado por años y un buen día como éste... vuelven y nos golpean como la primera vez. Una patada en la cabeza.

Sí, esto es vida.


AC/DC, probablemente la banda más grande de Hard ROCK de todos los fuckin' tiempos. Tocando sólo para mí "Thunderstruck", en mi propio cuarto.

Lo miré a Sócrates (que se estaba quedando dormido y debí llamar "Angus") y lo sacudí al grito de "aaaA AH AAH AAAAHHHH". Eso le dará una lección. Si no le cabe el metal, va pasar una época difícil viviendo conmigo... porque yo acabo de reencontrarme con ese viejo compañero de aventuras y pienso reincorporarlo en mi equipo.



Hoy salgo en el auto escuchando algo del nivel de Metallica y guarda con que se me cruce una vieja o un micro de niños, porque me los llevo puestos con Eduardo (a quien debí llamar "Bon Scott") y en el nombre del Metal, haciendo cuernos con una mano y batiendo mi cabeza hacia adelante y atrás, pienso hacer bullicio a donde quiera que vaya.