De mi mano.

Antes de que termine mi tiempo en esta Tierra, voy a subirme a la cima de mi montaña y probar lo que se siente que el mundo coma de mi mano.

Voy a pisar mis miedos, mis limitaciones ridículas. Voy a dejar atrás inseguridades y fobias. Con mis manos a ambos lados de la cintura sé que la brisa me hará Rey por un segundo.

Ya me veo allá lejos, sonriente y orgulloso. Poderoso y apasionado. Alzaré un brazo señalando el horizonte, escrutándolo con mis ojos entrecerrados. Mi otra mano hará de vicera.

Delante de todos los que miran sorprendidos por mi grandeza, me sujetaré con ambas manos el bulto y vociferaré con dureza: "Agárrenme éssta, manga de putors!"

Y ese va a ser mi primer discurso ni bien asuma como Rey de TODO.