Sócrates... el pensante.

En mi vida ha ingresado una nueva personalidad, diferente a las demás. Sentía que algo faltaba. Alguien, que llenara ese espacio vacío. Que se aferrara de ese sillón inmaculado. Hiciera volar objetos por el aire y todo... TODO, con la mayor serenidad eternamente posible.

Creí que era un ninja. Creí que traería caos, horror y salvajía. Pensé en su entrenamiento, sus armas, sus poderes y su potencia física. Pero no era él, no así. Su magia estaba en su mente profunda y no sus garras afiladas.

Sócrates, como lo conocemos, es hoy un pensante.

Llamé Sócrates a mi gato, no porque suene copado.. sino porque va con él. Sócrates fue un filósofo de la antigua Grecia autoproclamado el hombre más sabio y reflexivo viviente. Y mantuvo su creencia hasta su muerte, ejecutada por el mismo Estado que lo albergaba por creer en cuerpos celestes, pervertir a los jóvenes y negar a los dioses.

Mi gato lejos de pervertir jóvenes, sí noto que niega dioses y ve cuerpos celestes donde yo no. El tipo se sienta en puntos elevados de la casa y con cara de nada mira el infinito y reflexiona. A veces le paso por al lado y le digo con voz de pelotudo "Sócrates! holaaa!!". El tipo... ni me mira. Creo que piensa que soy un pelotudo. Con desdén a veces aparece y me mira. Y juro que sentencia: "salame".

A veces busca afecto y me quiere. Se acerca y me dice "qué hacés capo? buena onda.. eh?" Pero cuando le vocifero "BAJÁ!" o le cróo desde mi cuarto "No rasques el sillóooooooooon, hijo de...", siempre se aparece delante mío con cara de "Te equivocaste conmigo flaco. A mí no me hablés mal".

A veces se va al living mientras trabajo en mi cuarto y lo escucho que hace concha algo. Como no voy, porque... ya fue, lo siento que hace "maau...", como diciendo "vení infeliz que esto es un bodrio". Entonces voy y le pregunto qué le pasa (mogolicamente, al menos, nunca me contestó). Y me mira y me dice con sus ojos amarillos de diablo "Viniste! Sos bueno, eh? Somos amigos vos y yo".

A veces estoy tranquilo, haciendo algo y siento que me mira. Con el rabillo del ojo veo una pelota negra a lo lejos que está hace rato ahí. Cuando giro lo veo, que me mira. Qué carajo? Por qué me mira? Es adoración? Es buena onda? Es que piensa en cómo matarme?

Voy a intentar expresar su mente en palabras:
"Muy bien, nuevo día empieza. El pibe se fue. Comida! No, no quiero comida, quiero agua. Sé que está por allá, así qu- me baño-me baño-me baño. Bueno ahora sí, agua. Listo. Epa! Qué es eso? Un puntito que hace ruido! A ver si... lo perdí. Bueno, me voy al baño. Acá, acá se puede. CARALOCA! Qué es ese hedor? Yo le pongo esta basura encima a ver si se va... a ver. Mucho mejor. Bueno, ahora voy a eh... BAILACONGA! La puerta! Debe ser el nene, le voy a decir que entre... ahí va. Me habla el boludo desde afuera. "Entrá salame!"