Shopping psycho

Ahí donde gente viene y va, en el lugar en que las multiluces destellan, el capitalismo explota y los frescos se frotan las manos. En esos pulcros y destellantes abismos de intercambio de billetes y sonrisas, se regodea un ser con psicosis absoluta e irrefrenable.

Un formidable pedazo de cuero cuelga de su antebrazo derecho, sus piernas lisas y fulminantes avanzan, su mirada es fría y dura cuando sus ojos destellan frente a una vitrina. Su pelo se bate frente a poderosos aires acondicionados y su dedo índice le acaricia la mejilla por momentos. Glamour y Poder corren por sus venas. Gira hacia sus lados y detecta las miradas de su empalagado público. Al cruzar cada umbral su mente se enciende y crea un mapa virtual de pisos, negocios, marcas, baños, cajeros, salidas, ubicación del auto... todos los monitores están encendidos y se siente bien.

Es la mujer capitalista en su más puro estado.


Yo comprendo que a las mujeres les guste ir de shopping, se los celebro (si les gusta..), pero he detectado que una vez sumergidas en ese mundo mutan su piel, su visión y se transforman en reptiles despiadados y salvajes. Se mueven serpenteando y cada tanto gruñen y sacan los colmillos. Otras, se deleitan de forma obsena y casi pareciera que estuvieran por tener un orgasmo al grito de "Ay! Qué lindo ese vestidooooo!!!"

Sé de lo que hablo. Tengo mamá, hermana, amigas y lo experimenté con toda niña con la que salí como pareja estable. Y puedo enunciar los siguientes poderes, de acuerdo a mis vivencias, que permiten confirmar que efectivamente esta clase de mujeres evolucionan en SuperSayayin nivel 4 y tienen los rasgos de un mutante de sangre azul.

• Visión celestial
  Las psycho-shoppers TODO lo ven. Pueden estar caminando con vos por uno de los pasillos del shopping con media ciudad saturándolo, hablando de cualquier trivialidad, que tendrán la absoluta capacidad de ver un par de zapatos de Sarkany que se exhibe en un local... en otro piso... en otra ala! Si lo ven, les interesa. Si les interesa, vos ya no lo hacés.
• Teleportación a la velocidad de pensamiento
  Toda mujer Conan poseída, tiene la habilidad de desmaterializarse y re-aparecer en el lugar correcto con sólo pensarlo con la mente. Me ha pasado de estar dentro de un local con mi hermana probándome una remera y después de dar su opinión, evaporarse en el aire y para verla una fracción de segundo después a 1000 metros mirando un shorcito. Si miro el espejo y volteo de nuevo, es probable que ya esté al lado mío con su sentencia.
• Generación de vendedores BORDER
  Estas Carlas Xavieras, por raro y violento que resulte presenciarlo, son capaces de defenestrar a vendedoras, tratarlas como basura y joderles la cabeza de forma irreparable. Creo que la entrada y salida a un local puede dejar a los que atienden secuelas irreversibles y hasta conozco algunos casos de autismo grado alpha. No hace falta realizar un intercambio de palabras demasiado prolongado, son actitudes que dicen resumidamente: Este local era mejor antes, ahora es una basura y "mersa". Vos me atendiste como el orto y no sabés nada de moda. Un rápido movimiento de manos y PAF! El pequeño vendedor se hizo polvo.
• Causa de derrames cerebrales en sus acompañantes
  Gracias a un increíble esfuerzo de tolerancia (dejando mis pelotas en el auto), pastillas concentradas y mucha terapia logré no ser violado mentalmente por estas mujeres. Pero te juro, que si las acompañás con las defensas bajas podes salir gay, autista, psicópata o catatónico del shopping. Y puedo explicar el por qué:

Por un giro indescifrable del destino, la criatura con mayor problema de "duda" de la Tierra, es la que más se siente atraída a una gigante estructura repleta de negocios que requieren de su decisión para escoger prendas. Por tal, pasearán por todo el fuckin mall. Conocerán cada rincón, ingresarán a todo aquello que sea o parezca un negocio. Sus suaves dedos palparán cada maldita prenda de ropa que cuelgue sobre el piso (aunque esté en el perchero de baño). Y sus ojos sacarán radiografías de cada objeto detrás de una ventana de vidrio. Brillarán en llamas ante cosas de su agrado y arderán de ira ante lo que sea considerado "horrible" o "espantoso". Pero no te quepa duda de que probablemente, no se lleven un carajo consigo.


Por mi parte, siempre que voy encuentro algo que me gusta y si ellas me dan su visto bueno.. lo compro. Pero tiene un precio: "Ahora acompañame que quiero ver algo". "ALGO", vil mentira. Todo el puto shopping quieren ver!! Y no sólo eso, sino que no probablemente ni siquiera se prueben nada. Más aún, si estás al lado de ellas y sos hombre, más de una vez cruzarás miradas con otro pobre pelotudo que fue arrastrado a un negocio de prendas íntimas con la cara de Kitty.

Escucharás esta clase de conversaciones: "Sí, tenés mucha espalda pero tenés que pensar que además tenés mucha copa (o taza, o algo del ancho de la teta). Si el pezón es más oscuro y se transparenta con..." Momento en que sería re genial que caiga una bomba y te haga concha.

Cuando no pasa esto y el terrible ser que tenés a tu lado no está haciendo llorar a una pobre vendedora que quisiera estar en su casa mirando una pared; es posible que se acuerden de que fuiste con ellas y te consulten. "Consulten", de una forma absolutamente retórica porque tu opinión importa lo mismo que la temperatura de un flan en Islandia.

Psycokiller menstrual: ¿Cuál de estas dos te gusta?

¿Vas a pensar una respuesta?: gasto de neuronas al pedo. No importa lo que digas o señales, vas a estar más desubicado que chupete en el culo. Date cuenta de que sos un espejo sin imagen para ellas y en realidad su único fin es deleitarse dictaminándote un "pobre parásito desconocedor de todo lo fashion y lo que es bueno". Una patética aceituna queriendo opinar sobre el olor del caviar.

No importa, hay que apretar los dientes y sonreír. Tomarlas de la mano (que probablemente esté más fría que la nariz de papá noel) y decirles: "ésta me gusta más, pero las dos te quedarían geniales porque todo te queda bien a vos".