Final feliz

A mi lado, mi fiel guerrero se sienta y aguarda sin inmutarse de mi nerviosismo.

Hubo una feliz época en que pensaba que en mi casa había sólo dos presencias: Sócrates (mi gato) y yo. Pues me equivoqué... hay más.

Allá donde se une el piso con el zócalo. Ahí, en esa rendija entre los muebles de la cocina y la pared. Acá, en esta rejilla que yace silenciosa ante mí, hay algo. Algo oculto que sale en mi ausencia y toma el control. Un espécimen de insecto bastante grotesco que nadie parece ver salvo yo.
Durante días intenté convencer a mis amigos de que estaba en presencia de algo que no podía explicar. Mi casa estaba siendo invadida por estas pequeñas alimañas horribles pero nadie parecía creerlo. "No Alejo, dejate de joder". Pero sí! TZI! hay bichitos... que se esconden cuando llega la gente y se ríen. Ríen de mí y de todos cuando nos vamos.
Ah! pero no me quieren ver malo, porque cuando me vean malo, ya van a ver... memalo.

El lunes llegué del trabajo y antes de ir a paddle pasé por el baño. Ahí, sentado en el inodoro con la pera apoyada sobre un puño y éste a su vez, sobre el codo que apreta una de mis rodillas: lo ví. Salió de ahí atrás un bichito pequeño corriendo en busca de fama. Miré a ambos lados esperando tener testigos y sólo vi la impávida cara de Sócrates mirándome aburrido. Antes de perder un segundo levanté mi zapatilla y descargué con furia una estampida de mamut sobre el engendro. Al retirar el pie su tamaño se había incrementado 10 veces y su vida se había extinguido como una luz en la noche. Fui feliz: "Bicho de mierda, ahora te dejo ahí hecho torta para que te vea tu familia y se cuide de mí. JA JA JA. Forro".

Ahora, narrado desde la inversa.

Tomaso se levantó esa mañana sintiéndose diferente a las demás. Luego de juntar coraje y seguridad, se prometió a sí mismo que no sería un lunes común. Se veía agradable, con buen aliento y con un tono de voz fuerte y seguro con el que cantó una bella sinfonía campestre. Hoy, se animaría a decirle a Marola lo que sentía. Le entregaría su amor y ella emocionada, saltaría hacia sus brazos para vivir una vida juntos de jolgorio y pasión. Se visitió y perfumó, contó hasta 10 y salió corriendo por lo que él llamaba "la plaza principal". Ahora sí la vida hermosa que le espera, qué gozo poder abrazarla y darl- PAFFFFF!! "Bicho de mierda..."

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
"...solo vi la impavida cara de socrates..." Te lo llevas al baño para que te haga compañia o dejas la puerta abierta mientras haces tus necesidades?
Simple curiosidad......
Anónimo ha dicho que…
Que asco q asco q asco esos bichos!
Tuky ha dicho que…
Minister "cuenta cuentos" wiiii
"con la pera apoyada sobre un puño y éste a su vez, sobre el codo que apreta una de mis rodillas" esa descripción excelente!!.

Minister, usted tiene talento para estas cosas y a mi me gusta mucho como usted está escribiendo. Salute!
Loonateek ha dicho que…
Ahora sí la vida hermosa que le espera, qué gozo poder abrazarla y darl- PAFFFFF!! "Bicho de mierda..."
jajaja demasiado bueno el relato.
Mi gato siempre está en mi baño, cuando me ducho duerme en el lavamanos y sino toma agua del bidet.
beso
Mariann ha dicho que…
si tenes bichos fumigá man, no trates de disuadirnos con que se fue a perfumar y blah... además si tuvo que salir a buscar a marola, sabelo, tenes mas insectos en otros huecos de tu casa...

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