Cerveza Duff

En un barcito de Palermo me clavé una Duff. Sí, una Duff.
No es rica y me salió $20 la joda, pero tengo la chapita y la botellita guardadas, y comparto con ustedes esta foto... tapándome la cara con un gruyere por cuestiones de privacidad, robo de identidad y Adad.

Hablando de quesos, les dejo otra foto:
ÉSSTA es de cuando laburé en Holanda como CEO de una reconocida empresa de tecnología. A modo de iniciación tuve que transportar ocho hormas de queso desde las oficinas principales hasta la casa que se me había asignado ahí. Es un ritual bastante común en ciertos países en donde hay mucho queso de excelente calidad. Hay tanto que necesitan moverlo de un lado a otro.

Una de las mejores cosas que saqué del ritual fue el queso; me quedó en casa y lo utilicé en picadas, sanguches, fondues, pizza, mezclado con arroz, ravioles, mirándolo con mala onda, revoleándolo por la ventana y finalmente rogando al sr que acabara con ese suplicio... ya no sabía que mierda hacer con todo ese queso, y me esguincé el hombro después de horas y horas de revolearlo por la ventana (eso sin contar la demanda civil entablada por la ciudad).