Tengo onda

Tener onda hoy en día no es cosa fácil, nunca lo ha sido. Pero llamémosle "algunos ciertos privilegiados", logran tener onda en todo momento. Es realmente algo que busca casi toda persona en el mundo. Porque tener onda, está de onda siempre.

Hubo una época en que Al y yo diagramamos aquellos aspectos/puntos básicos que hacían falta para ser groso en cualquier época, edad y contexto de la vida. Son los puntos relevantes para curtir y pisar fuerte en todo momento.

Aquellos que saben que tienen onda y quieren regocijarse una poca (expresión del mismísmo Sr. Al), lean esto y a gozar. Los puntos básicos son los siguientes:

• Ser únicos
  Esto no quiere decir ser "diferente", necesariamante. Va mucho más allá. Hablamos de ser únicos en su especie, tipo y género. Se darán cuenta de que cumplen con el requisito en aquella circunstancia en que su forma de proceder corresonda SOLAMENTE a uds mismos. Un ejemplo claro es: "Pablo nunca te niega un brindis". Gozar de dicho título los hace únicos. Esto es parte de crear un estilo propio.
• Ser graciosos
  Cada persona tiene su tipo de humor, su comedia. Y aquellos que pueden traerla, sacarla a relucir en un contexto social cualquiera de forma tal que logre por lo menos UN espectador que diga "jajaja", logrará demostrar que cumplen. Sepan, que el "jajaja, qué pelotudo", también cumple. Porque con chistes boludos y fáciles uno también logra la sonrisa del tercero. Búsquenla, que ese sea su objetivo primordial. Nadie que sonría honestamente puede criticar.
• Ser auténtico
  Esto trae varias acepciones. Ser auténtico es justamente, no ser como los demás o como los demás esperan que seamos. Es ser uno mismo y eso hace que los reconozcan como tales. Siempre que uno reúna los requisitos enumerados y lo haga desde una base de honestidad, naturalidad y propia de su ser lograrán el objetivo indicado. Este punto trasciende religión, sexualidad, intelectualidad y posición tecno-social.
• Ser criterioso y empático
  Cada momento, pronunciación y disparo ano-social, depende de la capacidad de uds mismos de evaluar la recepción del entorno. No es lo mismo decir "puto" a un contrincante que "te la re comés" a un amigo. Y para cada chascarrillo, chistorete y frase risoria hace falta una previa y automática evaluación del público presencial. Algunos gozan de esta capacidad motriz natal, otros deben ejercitarla y para eso tienen mi "Prólogo del Manual Social", que publicaremos en su debido momento.
• Ser precursor
  Este es un punto trascendental, sin fronteras. Hay que ser iniciador de tendencias. Esto incluye todo acto, vocabulario, actitud y/o metodología novedosa y radical. Lo más explícito para ser criterioso en el concepto es hablar de "vocabulario" nuevo. Voy a dedicarme a esto y revelarles un secreto del que nadie goza, presten atención.

Hay dos clases básicas de oratoria (en orden), para adelantarse en la carrera de grositud para este concepto establecido:

1. Palabras/frases novedosas
2. Sobrenombres/apodos

Palabras y frases novedosas
Entabla una casilla inicial de grositud extrema, imponer (esa es la palabra), nuevas formas de expresión en la comunicación. Ello es, generar de una simple palabra (nueva o del pasado), una moda actual. Voy a darles ejemplos para que practiquen en casa: En vez de decir "Excelente", digan "Epselente". En vez de "Perfecto", sustituyan por "Prféctoh". Estas son breves muestras de cambiar el código de raíz. Lo mejor es hacer de estas modificaciones algo propio y JUSTAMENTE, que la gente diga "lo pusistes mal" o "jajaja, cualquiera". Claro! Es que "cualquiera" es parte de "no común", que es lo que estamos intentando ser.
Aquellos que quieran autoproclamarse grosos con onda en cualquier situación deben ir adentrando en el criterio de frases que sean hip, cuando antes no lo eran. Tal es decir que algo es "punch". Tal es decir nuevamente "Qué haaambre...", que hace años que no se usa. Tal es decir "Bananas en pijamas" cuando algo los sorprende.

Sobrenombres y apodos
Esto es parte del "ABC". Como el tinto de los asados, como la salsa blanca de las pastas rellenas. Esto es básico como de primer grado, más no tan sencillo. Por lo menos UNO de sus seres del entorno debe ser llamado por un tercero por el "nickname" que uds mismos han ideado. Esto se logra siendo ingeniosos y dándole el marketing comercial que amerita. No olviden que los sobrenombres, como todo acto conductivo, se logra por repetición e inducción. Hay que USAR esos apodos, hay que presentar a terceros a los amigos con esos apodos que nosostros mismos generamos. Ejemplo: Mirá Onix, éste es Babar. ¿Te acordás que te conté de él la vez que nos pusimos en pedo y entramos a bailar en la vía pública? (asociación). Y desde allí, es mágico, van a ver que dicho tercero lo necesita y grita "Babar!!!": Mission acomplished. El día que cualquiera diga "Y por qué le dicen Babar?" habrán uds trascendido en tiempo y espacio.

Como punto final (de esta nota, pero no de todo lo que implica), recuerden negarse a la verguenza. Todo lo posible, rechazarla. Reírse de un mismo antes de que lo hagan los demás. Si un pobre infeliz les vuelca un líquido sobre su mejor prenda deben recordar dos cosas: 1) Lo hace, quizás inconsientemente, para hacer sombra de su grosor; y 2) Deben romper la imágen de víctima para asumir el rol de intocable. Rían ante estas circunstancias. Y la próxima vez que puedan, resáltenlo antes de que otro lo haga. Les doy dos casos:
1.- Si te volcaron algo encima, cuando te ofrezcan de lo mismo señálense la mancha y digan: Creo que ya tomé suficiente.
2.- Si se comieron un traba y no era la idea, antes de que nadie diga nada: ¿Te acordás cuando me comí el traba?