Palabras en la oscuridad

Ya habiendo tocado el tema de las "Niñas boca sucia" (click aquí), voy a ahondar un poquito en aquellas señoras o señoritas que gozan hablando sucio en la cama. Y aquí la primer pregunta: ¿Ellas gozan o lo hacen porque creen que nosotros lo disfrutamos? Como sea, no se equivoquen porque no a todos nos gusta.

En estos días hablé con un par de personas, con muchas de cosas que no tienen nada que ver con esto, pero con otras sí. Y de allí claro que nacen y vuelan varias anéctodas, una más complicada que la otra. Sobre todo por las niñas que en la intimdad se transforman en "Cacho" y hasta capaz que te eructan en la cara y te pegan un revés en la cabeza.

Son situaciones en las que todo viene avanzando bien. Luego de unos besos la tomás de una mano, endulzás la voz y le decís suavemente: "¿vamos a algún lado?". Que obviamente quiere decir: "Listo de besos y mimos, ahora te la voy a dar fressca." La niña quizás al principio duda y después te sigue. Entran al telo o dondequiera que se vayan a dar salsa, se desvisten, comienzan el intercambio y finalmente... luego de boludear con el balero: Hay contacto. Entra el enchufe. Esto, para algunas chicas, es como si les dieras un shot del elixir que toma el Dr. Jekyll. Algunas será que creen que es de mina que la tiene clara, otras descargan toda la bronca que se comieron manejando hasta el lugar... quizás contra un ex, una amiga turra o su propia madre. Pero algo pasa que las transforma en Mr. Hyde, sacan el diccionario de "términos de guerra para momentos íntimos" y comienzan a recitar, cual poeta del siglo XV:

• Metémela toda hijo de puta
• Dale puto
• Cómo me gusta garchar
• Sí mierda, dame toda la lechita

Y cosas así... que en muchos de nosotros impresiona un toque. Abrimos los ojos grandes y decimos "Epa! Me estoy cogiendo a una prostituta boxeadora? Le estaré dando bomba a Yayo?" No, simplemente le tocaste una fibra mental que la priva de modales durante el coito. Y a algunos nos dan ganas de estirarnos hasta un velador, agarrarlo mientras insulta como poseída y descargar con solidez un impacto certero en la sien TUCK!; provocando: (1) silencio y (2) desmonte. Acto seguido nos vestimos rapidamente y vamos a un Auto Mac, es clásico.

Aunque por la cara que tiene seguro le cabe que lo puteen en la cama: "Toma payaso de mierda, Miliki pelotudo... acá tenés tu combo, forro!"