Jungla

Ir a bailar hoy en día, no es lo que era antes.

En años pasados, ir a bailar era un programa super sensacional. Recuerdo que se planeaba sobre la hora (no como ahora que entre amigos nos reservamos fechas y horas con un mes de anticipación). Era obvio que los viernes y/o los sábados había joda. Preboliche en casa de uno o en el kiosco de un carulo, bebíamos alcohol de baja calidad, reíamos, soñábamos con un mundo mejor y brindábamos por "agarrarse muchas minas" (cosa que pasaba poco/nunca). Pero todos vivíamos en esa preciosa nube de ultra pedo.

A dónde? Discos como Ku, Costa Maroc, La Diosa, Caix, Pachá y demás nombres indígenas que le ponían los merqueros a sus pubs. Música? La mejor. Marcha de la buena, salsa y cumbias sin villa como "Tonta" y demás melodías con títulos no menos decadentes.

Hacíamos fila (en la cual quizás, tambaleantes, intercambiábamos miradas y frases con niñas anexas), realizábamos chascarrillos pluridireccionales y esperábamos al momento de ingresar. Momentos antes, un mono loco nos palpaba sin tocarnos el juguete y a la fiesta. Recuerdo que casi siempre había humo y sonrisas distorcionadas. Lo primero? Al baño! Algunos para bajar los 12 litros de vino de granja mezclado con jugo de verso, otros para acomodarse el peinado inexistente y los últimos sólo para no quedar a la deriva en las pistas del mal. Del baño? A la barra!! Claro, 10 galones de alcohol choto no podrían jamás satisfacernos. Además, si todavía no podíamos sujetar a una niña de su mano y derrapar una boludes, era porque seguíamos sobrios.

Llegado a la barra y después de que finalmente el barman notara nuestra imberbe presencia, solicitábamos un trago power. Se acuerdan del 7mo regimiento? Era muy de pendejo queriendo finiquitar la noche bien temprano. Bebíamos, hablábamos un poco más del encare y trago en mano y flaps abiertos, bajábamos a la pista central a menear, sacudir, bambolear y serpentear ("perrear" no existía). Muchos agarraban manitos de niñas que bordeaban la pista o simplemente iban de un montoncito de mochilas a otro. Esa táctica nunca la logré, porque a pesar de apropiscuarme lo máximo posible, nunca supe qué carajo decían los flacos "mamitecomotodoputagozameehehehloco". Algunas aceptaban, otras sacaban la mano como quemadas por una hornalla y unas cuantas eran succionadas por sus amigas mal cogidas y repudiantes. Ya había varios que la tenían automática: Manito, chamuyo distorcionado dulzón con gustito a alcohol mersa, rechazo y puteada: "Gorda puta!". Sonrisa y de vuelta a empezar.

Después de pérdidas y ganancias, risas y carcajadas, pisos mojados y cordoneadas etílicas, un buen marino gritaba "Tierra!" y todos nos aconglomerábamos en la puerta para huir del antro de perdición. Siempre quedaba algún salame apretando una morsa contra una pared, creyendo que el empuje y el ácido bucal reduciría grasas y lograría una mejora. Era cuestión de apropiscuarse y soltar un "nos vamos boludo".

Lo impactante era la luz del sol al salir. ESO es lo que siente drácula cuando lo toca Rá. Lo mismo que sentíamos nosotros saliendo de un boliche a las 5:30 de la matina: fáaaaa kzzzzzzzzz.. El horror. Creo que de lo peor era escuchar esos pajarillos alegres que aleteaban y gritaban: Yo me siento bien goma, y vos? Buen día, fumate tu cama ahora mamerto!"

Si no había auto, vuelta en tacho. Una garompa. Siempre uno empapelando las calles con vómito por la ventana, uno riendo de las travesuras, uno durmiendo y algún otro en estado vegetativo pensando en tiempos mejores.

Llegar a casa, jugar al balero con la llave y la cerradura... ingresar esperando caras de orto, miradas enjuiciadoras o simple silencio y luz solar. Todo era malo. Pero siempre pensando: "Estoy en casa". Igual mágico y clave era abrir la heladera, darle bomba a cualquier combinación dulce/salada agregando adimentos BIEN para reventar el tsunami interno. Medio litro de agua o lo que dé y al sobre. Este sobre duraba 1 hs, porque el desierto comenzaba a quemarnos por dentro obligándonos a salir a por bebida casi cada 30 minutos.

Al día siguiente: Qué noche eh?

Y eso que no hablé de las piñas entre borrachos, las promesas de amistad eterna entre amigos, los quiebres antes de tiempo, los abrazos de oso de los patovas y claro... la comida de la noche para el recuerdo: Un travex con doble ala y combinación.

Comentarios

Isidorito ha dicho que…
No hay mayor placer que llegar mogolico de alcohol a tu casa, pararte de espaldas a la cama, cerrar los ojos, y dejarte caer hacia el paraiso, es lo mas cerca de un viaje de hongos alucinogenos que podes estar a los 12 años... hasta que le erras a la cama y te desnucas como un gil... aunque te reis viste, estas con un pedo que volas.

Una cosa que me resulta extraña es "los piercings" la verdad es que son eroticos, y ta buenisimo que la mina que te levantas si tiene uno en la lengua... es un viaje de ida, pero si vomito hace poco, queda con un gusto a caño del gas oxidado que te re pega.
Tuky ha dicho que…
De esa època data mi frase "muerte a los zorzales" (remarcando las ZZZ) Asì se llama el pajaro que canta a partir de las 4:30 clavadas.
Buenìsimo tu texto.
Mariann ha dicho que…
"esa época"

mi "esa epoca" consistió en ir a "boliches" a dónde me daban peor alcohol q el uvita que acababa de terminar...el lugar se inundaba de agua y vomitos...canilla libre de cerveza meada....

tu vieja época se parece más a la mia de ahora, salvando distancias q no valen la pena aclarar, quiero decirte que deberías seguir saliendo...todavía eres joven...¡que siga el baile!
jajjaa ale como el dopin que tenia yo cuando fuimos a comprar puchetas el otro dia.. iba como si tuviera el bumper 2
(http://www.astromia.com/fotohistoria/primercohete.htm)en el tujes y no lo podian hacer aterrisar.. jajaja no caminaba corria...
Pablo ha dicho que…
esta chica ya esta usando nuestro bocabulario
Tommy Portugal ha dicho que…
la mejor cumbia la escucho en http://www.mascumbia.com ya que hay mucha variedad y sobretodo los mejores grupos del momento..

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