Ruidos en la noche

Hace unos días estaba en mi cuarto, sereno como un lago... y escuché: "CAPRRIIII PRIIII". Mis ojos voltearon y dije "Me caches, un ninja en mi casa." Sépase, que hace poco que vivo sólo (pueden repasarlo aquí); y todo ruido fuera de mis movimientos, el sexo de mis vecinos o el arrullador canto de las sirenas de la calle es... sorpresivo para mí.

Igual dije: "Si es un ninja, sabrá lo que hace". Es OBVIO que si hay un ninja en tu casa, no hay mucho que puedas hacer al respecto más que esperar su próximo movimiento. Además es OBVIO, que los ninjas saben lo que hacen en tu casa.

Estaba en calzones asi que me puse en cuclillas, despeinado y con los ojos rojos, esperando su próximo movimiento. No me iba a agarrar sin dar batalla o asustarlo con mi aspecto de rana humana. Y esperé.... No pasó mucho tiempo hasta que lo escuché de nuevo (híjode). Decidí salir en su búsqueda. A los ninjas no les cabe que vayas a buscarlos, se supone que no están. Y me metí en el baño. Prendí la luz con cara de loco y dije "GALARZA!". Siempre supe que un alarido los congela. Me acerqué al lavatorio, lentamente, y lo ví... no era un ninja era un grillo zarpado. ZARPADO en tamaño. Se los voy a describir:

Tenía mi altura, ojos salidos de sí, sonrisa torcida, antenas que captaban direcTV y actitud difícil. Me miró y dijo "PRRRIIIII", que obviamente quiere decir "Tocá de acá, botón". O sino: "Hola, seamos amigos". Como sea, yo lo tomé como una mezcla entre los dos y me fui. Pero no me hacía feliz un grillo mutante en mi baño (vean lo que le pasó al buen Al). Así que busqué un frasco de café (que guardo para hacer Fernet rutero. Es el trago en buena cantidad en un frasco de tapa a rosca, listo para llevar en el auto), y lo enfrasqué. Forcejeando lo llevé al balcón y le dije "Tú serás PEPE, mi buen amigo. PEPE". Lo dejé y me fui a dormir. Nunca más supe de él.

Hay días en que salgo al balcón disfrazado de grillo, con lágrimas en los ojos y digo "cri... cri..." a la oscuridad. Noches en que me abrazo a mi almohada y susurro su nombre... días! en que pienso en mandar su foto a Franco Bagnato. Pero no, PEPE nunca ha vuelto.

Me dijeron "Vestite de Pinocho, vas a ver cómo viene la puta". Pero nunca lo hice. Quizás porque no sé si quiero que vuelva. El bicho del orto hacía un ruido zarpado. Pero aún así, perdí un amigo y es difícil cuando eso pasa.