Un fauno oriental
Mi tía materna está en pareja con Horacio. Él a su vez tiene un hijo y también tiene un sobrino. Debe tener más que eso, pero hasta ahí alcanza.
Mi mamá, la hermana de mi tía, me dijo el finde pasado: "Mirá, la tía nos dio este cd del sobrino de Horacio. Querés llevarlo, escucharlo y decirnos qué te parece?". Ah! A mí me encanta cuando pasan esas cosas. Me encanta la música. Me fascina que la gente componga arte. Me emociona que me asignen la responsabilidad de testear un disco y me maravilla descubrir cosas nuevas en este campo.
Así fue que tomé el cd majestuosamente y con una sonrisa le dije "Por supuesto".
El disco se llama "El Festival del beso". El mismo se compone de una cajita de cartón que contiene el disco y una postal con la cara del compositor y un mensaje manuscrito muy... poeticamente bohemio.
En la tapa, tiene esta imagen: Ninfas y Sátiro

Simplemente con esa data, sería genial que cada uno imagine qué tipo de música hace este muchacho. En qué categoría creen que calza: Punk? Rolinga? Black Metal? Adagios quizás?
Interesante.
Nada de todo eso. Yo mismo no pude encasillarlo del todo todavía.
Voy por etapa
1.- Primer impacto
El disco comienza con una guitarrita con 3 cuerdas de juguete y una voz sumamente nasal (en castellano), cantándole a una supuesta amada, invitándola a perderse entre risas y llantos semi histéricos.
Estaba yo con Nacho en casa cuando puse esto. De ahí nos íbamos a algún lado y ante su cara de asombro descomunal le dije "Es un hijo de puta". No me arrepiento. Las primeras impresiones, influenciadas o no, pueden ser brutalmente honestas y está bien. Son más mágicas cuando queda algo de nosotros sin resolver al decirlas. No son opiniones totalmente sólidas.
2.- Segunda vuelta en la calesita
La segunda ronda fue estando sólo en casa. En mi balcón, para ser más exacto. Me doy cuenta de que muchos discos rompieron mis preconceptos cuando los dejé de fondo, más que cuando a conciencia los puse por primera vez con oídos de juez. Y así... con el rasgar de las cuerdas y esa voz elástica de este pibe, fue haciéndose parte de mi tarde.
Una tonalidad alegre y colorida, a su vez simple e inocente. "Un fauno!" dije, cuando intenté describirlo por primera vez. E imaginé entre acordes y frases empalagosas (pero no demasiado), a un ser con patas de cabrito y torso de hombre, componiendo en medio de un bosque eternamente fantasioso.
Qué demonios! Nadie compone así. Nadie que yo conozca.
Hoy me dijeron que tenía tintes de música china.
Y aquí está entonces. Este disco de Pablo Malaurie. Que luego de pasar la rompiente de olas de preconcepto y frases jocosas, uno puede empezar a disfrutar de un sonido nuevo. Una ventizca dulce y casi juvenil. Una melodía que bordea lo bizarro, lo accesible y la corteza de los árboles.
Un Fauno Oriental, que por momentos me distiende y me siento una niña de 6 años persiguiendo panaderos en el bosque y mariposas en la pradera.
Me lleva, no sólo despierta un lado sensiblemente gay sino que ahora tengo un irrefrenable deseo de salticar con mis rulos rubios por una colina verde hasta caer rodando y destrozarme al finalizar terrible proeza mientras dos jóvenes suizos en sus verdes jardineros y emplumados sombreros gritan desde la cima:
AUCH RICHTIG! HÄNDCHEN HÄNDCHEH KLEINE ZUG!!!
(correcto también! manito manito trencito!!!)
Si les interesa, veo de subir un tema.
Comentarios
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Sofi, la prima