Ruidoso intruso nocturno

Vuelve el verano y vuelven los problemas con la fauna del barrio de Palermo, como otrora tuviera conflictos con el emisario del mal. Hoy el problema viene de la mano de UN GRILLO que está POR AHÍ y NO PARA de hacer cri cri cri como si constantemente alguien hubiese dicho una estupidez (ese chiste... cri cri...).
Este bicho se hizo un cóctel (o "cocktail", según el horario) de speed, cafiaspirina y FALOPA y no para de hacer sonar sus patitas, despechado por la pérdida de un amor, sin dudas. Encima a veces afloja un poquito y hace un par de "cris" más leves; claramente es cuando está tomando gatorade para no deshidratarse.

No se fíen de él

Cosas que aprendí sobre los grillos por leer el artículo de Wikipedia:
- tienen veneno pero no saben usarlo. Onda... como un nene sentado en un tanque de guerra, sin las llaves.
- el veneno es inofensivo para los humanos. Ok, en lugar de un tanque, el nene tiene una pistola de agua. Trabada.
- para vivir se construyen una madriguera que consiste en un túnel de medio metro de profundidad y una habitación esférica al final, en donde cantan. O sea que tienen estudio de música pero no cama, cocina o baño. Punto en contra para el arquitecto.
- son muy agresivos con sus congéneres, lo que me trae a la conclusión de que el grillo está convencido de que es humano, o de que somos todos grillos; porque lo que está haciendo es causal de guerra (en países de Europa del este, al menos)

Además de sus insistencia, este buen grillo se consiguió, de alguna manera, un MEGÁFONO.
Greenpeace debería navegarle con la lanchita alrededor pidiendo que se calle, porque causa demasiada contaminación sonora (+500.000 decibeles).

No lo voy a ir a buscar... pero si me llego a topar con él, voy a encerrarlo en un frasco, hacerle agujeritos a la tapa y pasarme la noche haciéndole "cri cri" en la boca del frasco. A ver que opina.