Evolución de leche chocolatada

Ayer estaba en mi trabajo y decidí clavarme una Cindor. Esto puede ser o no una buena decisión de negocios, lo dejo al criterio de los altísimos lectores de Ignomanía. Más allá de eso... lo cierto es que la Cindor estaba en formato tretabrick. Yo seguí estos pasos:

- miré la Cindor y sonreí
- saqué el cosito de papel aluminio que cubre la boca
- miré por el agujero, notando como el envase estaba LLENO de ese marrón y sabroso líquido
- di un trago, hice "AAAAAHH" y sonreí más, buscando la cámara para mostrar la marca

Cuando recordé que ya no trabajaba en comerciales de los 90 me di cuenta de que no la había agitado. Golpe de palma a la frente. Siempre SIEMPRE lo mismo: abro el envase, bebo y recién después leo "Agítese antes de abrir". Digo "caraj!", tapo como puedo la apertura y agito... me mancho, me pegoteo, es todo una confusión (*).

Pero esta vez no fue así, esta vez fue diferente. Al momento en que noto que no la había agitado busco en el envase esa frase que con tono burlón me dice "sos el mismo geel de siempre, comprate una vida, pancho" y no... no está. "A esta Cindor NO hay que agitarla antes de abrirla??", me digo. No me lo creo. Reviso todo todo todo todo (sacate la camisita) el envase... y nada.

Conclusión: la Cindor ha logrado un nivel tecnológico tal que ya no necesita que los usuarios agitemos antes de consumir, haciéndonos la vida más placentera.
Cuanto grosor.



(*) antes de esa frase insértese "y yo lloré... y Maggie rió..." aaJAAJAJAAJA es genial ese capítulo.